Fases del estudio.

animacion_alumno_estudiandoLas clases ya han terminado y ahora relajaditos y tal podemos hacer un estudio de las fases del estudio, valga la redundancia. Esto, no me digáis que no, es de lo más frecuente:

 

Fase 1: El comienzo

Uno de los momentos más duros para los estudiantes es aquel en el que tenemos que sentarnos ante los apuntes. Llegados a esta difícil situación nos planteamos dos opciones:

Opción a – A echarle huevos! Hoy voy a estudiar como un cabrón!
Buen comienzo, lástima que hacerlo no sea tan fácil ponerse como decirlo)

Opción b – Uhmmm… si total para lo que queda de tarde entre que me pongo y tal no hago nada. ¡Lo dicho! Hoy ya no hago nada, pero mañana me pongo a saco. ¡Fijo! (Opción bastante frecuente)

 Fase 2: Concentración.

 Una vez que estamos dispuestos a estudiar, una mínima concentración es imprescindible. Esta concentración es inversamente proporcional a lo coñazo que sea la asignatura. Encontraremos grandes dificultades. 
Sentidos como el oído se agudizan extraordinariamente, permitiendo oír la tele del vecino, o detectar un mosquito que sobrevuela la habitación, acontecimientos que indudablemente tienen mucho más interés que nuestros apuntes. 

Fase 3: Examinación de los apuntes 

 

Cuando comenzamos a estudiar, lo primero de todo comprobamos la calidad de los apuntes. De este modo, a última hora nos damos cuenta que nos faltan la mitad de los días, o que el dueño de los apuntes que hemos fotocopiado tiene la curiosa manía de apurar los folios por abajo y los lados, de tal forma que en tus fotocopias no aparecen multitud de datos y resultados, o se ven borrosos, con lo cual desarrollas una nueva actividad: la criptografía.

Fase 4: Desesperación

Cuando, tras media hora resolviendo un problema, compruebas que tu solución está lejos de coincidir con la de los apuntes, la desesperación es la consecuencia más frecuente. Puede deberse a dos factores:

a – Te has equivocado (muy probable). A repetir el problema.

b – El que se ha equivocado es el profesor (suele pasar también).

Procedimiento a seguir: Te cagas en su puta madre. La desesperación persiste, pues nunca sabes si se ha equivocado realmente, y si es así, si tu solución es la correcta.

Fase 5: Evasión de responsabilidades

Frases más frecuentes:

-¿Quién carajo me mandó a mí estudiar esta mierda de carrera?

-Si es que con esta mierda de apuntes que tengo es imposible estudiar.

-No me presento.

Fase 6: Examen de conciencia y arrepentimiento

Cuando estás realmente sufriendo por tener que estudiar en verano o por tenerte que estudiar a última hora enormes tochos de apuntes, recuerdas todos aquellos ratos que estuviste vagueando tranquilamente. Frases más comunes:

-Si es que soy gilipollas…

-Siempre me pasa igual.

-Me cago en mi yo del pasado.

Fase 7: Incursiones filosóficas y metafísicas

Con el pasar de las horas uno tiende a sacar la parte mas reflexiva de nuestro ser, que en muchos casos denota graves alteraciones del estado psíquico.

Pensamientos comunes:

«¿Por qué en la vida tenemos que sufrir así?»

«¿De dónde viene, «por hache o por be»?»

«¿Por qué apretamos más fuerte los botones del mando a distancia cuando éste tiene pocas pilas?…»

«Me gustaría reencarnarme en un perro…vaya vidorra…»

Fase 8: Evasión de la realidad

Uno sueña con estar a 1.000 kilómetros de distancia, si es posible en otra época, y si es en otro planeta mejor, lo que denota las graves consecuencias que conlleva para el cerebro el estudio.

Fase 9: Abandono

Y llega el momento del abandono. Los implacables enemigos del estudiante (sueño, aburrimiento, hambre…) han hecho mella en este y decide no continuar. El abandono se produce en cuatro etapas:

1 – Declaración de principios: «Estoy hasta los mismos huevos…»

2 – Planteamiento de excusas: «Ya está bien por hoy… Si total, una hora más que estudie hoy no me va a hacer aprobar»

3 – Evaluación de rendimiento: «De los 2 temas que tenía pensado estudiarme esta tarde me he estudiado medio»

4 – Fijación de metas: «Bah, mañana me levanto antes y estudio más tiempo…»

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