El asesinato islamista de Algeciras: las cosas claras
Ayer por la tarde sucedió, en Algeciras, algo que algunos sabíamos que pasaría tarde o temprano, y que ya venía precedido de otros actos violentos de menor gravedad contra las personas en templos católicos: Un sacristán fue asesinado por un musulmán por el mero de ser católico, por odio a la Fe. ¡Qué poco queda de la antaño llamada Cristiandad!
Ese odio y no otra cosa es lo que llevó a un malnacido a atacar, en primer lugar, la parroquia de Santa María Auxiliadora, donde dejó herido de gravedad al sacerdote —que celebraba la eucaristía— tras asestarle un machetazo en el cuello. Impactó en una vértebra, que le fracturó; es increíble que no le matara —de hecho, es probable que le diera por muerto—. Tras esto, se dirigió a otra parroquia cercana, la de Nuestra Señora de la Palma, donde arremetió contra el altar y las imágenes sagradas. El sacristán,
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