Sánchez y Montequién

A comienzos de los 90, Felipe González nombróministro de Justicia a Tomás de la Quadra Salcedo, que publicó en EL País el lunes una impecable tribuna sobre los delitos contra la Constitución: rebelión y sedición. El texto tenía mucho interés por varias razones: servía para comparar la degeneración que ha experimentado el cargo de ministro de Justicia hasta los tres últimos que debemos a Pedro Sánchez: Dolores Delgado, Juan Carlos Campo y Pilar Llop. Era un mentís al argumento del sanchismo sobre la necesidad de homologar nuestro Código Penal con los europeos en materia de golpismo y reclamaba la recuperación del delito de rebelión como un elemento básico para la defensa permanente de la democracia.
Dolores Delgado fue, en tanto que ministra, tres veces reprobada por el Congreso, lo cual era un mérito indiscutible para que Sánchez la ascendiera a la FGE. Ella acompañó al entonces juez Garzón a aquella…
Ver la entrada original 402 palabras más