Ilegales: Sánchez es cómplice de la “invasión”

«Los vuelos fletados desde Las Palmas, Melilla y Ceuta a la península son habituales, mientras el ministerio del Interior, con Marlaska a la cabeza, no ejecuta órdenes de expulsión de personas en situación ilegal en España.
Por Alejandro Baeza
En los últimos tres años, el porcentaje de inmigrantes ilegales expulsados ha caído en picado, llegando a ejecutarse en lo que va de 2022, apenas un 2,8% de las órdenes de devolución dictadas. Mientras esto ocurre, los inmigrantes se dispersan por todo el territorio nacional, la inseguridad crece en los barrios más humildes y los delitos se disparan. Pese a que el Gobierno dice que esto es falso, se niega a aportar datos que demuestren que cumplen con su obligación.
De las 27.821 órdenes de devolución dictadas en 2019, se ejecutaron 5.393, lo que supone un 19,37%. Un porcentaje muy bajo, pero que cae en picado a partir de 2020. Y es que, el Gobierno informa que en este año se dictaron 37.287 órdenes de devolución de las que apenas se llevaron a cabo 1.623, que representa sólo el 4,35%.
En 2021 la situación sigue yendo a peor, pues a pesar de que las órdenes de devolución se incrementaron considerablemente, en la misma proporción caen el número de las que se ejecutan. Según los datos del Gobierno de Sánchez, el año pasado se dictaron 42.614 órdenes de devolución de las que sólo se ejecutaron 1.417 -3,32%- y en lo que va de 2022 se han registrado 18.678 de estas órdenes, pero apenas se han llevado a cabo 539 devoluciones -2,88%-.
Los vuelos fletados desde Las Palmas, Melilla y Ceuta a la península son habituales, mientras el ministerio del Interior, con Marlaska a la cabeza, no ejecuta órdenes de expulsión de personas en situación ilegal en España. Así el Ejecutivo facilita que, tras los traslados, los inmigrantes dejen de estar controlados, ya que disponen de libertad ambulatoria mientras no se ejecuta una expulsión que casi nunca les llega. “Algo intolerable”.
Nuestro infame Gobierno está actuando en este delicado asunto, como cómplice necesario al facilitar la “invasión” de ilegales procedentes de culturas hostiles a los valores que imperan en occidente, personas casi todas ellas, incapaces de integrarse en una sociedad libre y democrática como la imperante en Europa.
