Por Martin Kulldorff y Jay Bhattacharya 18 de MARZO de 2021

Políticos, periodistas y científicos han transferido la carga de la enfermedad a la clase trabajadora. También han socavado peligrosamente la investigación científica.
La pandemia de COVID-19 y los encierros no solo han sido devastadores para la sociedad y han tenido un efecto escalofriante en la comunidad científica. Para que la ciencia prospere, las ideas opuestas deben ser discutidas, respaldadas o contrarrestadas de manera abierta y enérgica con base en el mérito científico.
En cambio, algunos políticos, periodistas y (lamentablemente) científicos se han involucrado en calumnias viciosas hacia científicos que cuestionen el relato de las farmacéuticas, difundiendo teorías de conspiración dañinas, incluso con llamados abiertos a la censura en lugar del debate. En muchos casos, las voces científicas eminentes han…