Hang up!
¡Colgar!
¡Mierda! ¡Nos están cabreando todos estos imbéciles! No paran, de la mañana a la noche…, por un sí, por un no. Y, a menudo, te lleva un tiempo comprender de qué se trata. Y cuando es demasiado tarde, te han vuelto a tener: acabas de levantar el teléfono para responder a esta llamada cuyo número no te dice mucho.
¡Mierda! Cabrean todas estas cajas, todas estas empresas de marketing directo, estos centros de llamadas a los que se les ha dado la misión divina de irrumpir en tu hogar – casi – “poniendo el pie en la puerta”, empujándote con sus productos de mierda. Un chico o una chica, en el otro lado del planeta, rápidamente y tiene prisa por darte un argumento de venta llave en mano. ¿Un argumento de venta? Es rápido de decir, más bien un flujo de palabras que se suceden por enlaces aproximados y un idioma francés que difícilmente puedes reconocer.
¡Maldición! ¡Ellos cabrean a todos estos imbéciles! Te molestan, son intrusivos, entran a la fuerza, pero no tienen tiempo que perder contigo. O firmas la promesa de una nueva suscripción con tu antiguo operador de Internet o telefonía, cambias de compañía de seguros, te aíslan por un euro o te cuelgan… De eso también se trata la revolución digital, tu nombre, tu consumo perfil, datos personales sobre ti, todos estos elementos sensibles de tu vida privada a la deriva con los vientos de empresas en empresas comerciales mientras caminas en la web, el GPS de tu celular está activo… Gran hermano te está mirando. Ha pasado mucho tiempo desde 1984.
Juan Ibonoco
Raccroche !
Putain ! Ils nous font chier tous ces cons ! Ils n’arrêtent pas, du matin au soir… , pour un oui, pour un non. Et souvent, tu mets un moment à comprendre de quoi il s’agit. Et quand enfin, tu saisis, il est trop tard, tu t’es encore fait avoir : tu viens de décrocher ton téléphone pour répondre à cet appel dont le numéro ne te dis pas grand-chose.
Putain ! Elles font chier toutes ces boîtes, toutes ces sociétés de marketing direct, ces centres d’appel qui ont reçu pour mission divine d’entrer chez toi – presque – par effraction, en « mettant le pied dans la porte », en te bousculant pour te placer leurs produits de merde. Un gars ou une fille – à l’autre bout de la planète – te débite à l’oreille et à toute vitesse un argumentaire clé en main. Un argumentaire ? C’est…
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I love Kraftwerk, but I’m not sure of the lyrics posted on the Original Entry Site.
They’re not what they say, are they lyrical alternatives?
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Me encanta Kraftwerk, pero no estoy seguro de que la letra publicada en el sitio de entrada original.
No son lo que dicen, ¿son alternativas líricas?
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No, it is a text from the author, from the blog’s owner (two versions ago, one in French and one in English), but he has the habit of accompanying the vast majority of his post with musical themes.
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