En medio del debate global sobre las relaciones raciales, el colonialismo y la esclavitud, el legado de muchos europeos y estadounidenses que hicieron su fortuna traficando esclavos ha sido cuestionado, sus estatuas derribadas y sus nombres retirados de edificios públicos.
La periodista y novelista nigeriana Adaobi Tricia Nwaubani cuenta que uno de sus ancestros vendía esclavos, pero dice que él no debería ser juzgado por los estándares o valores de hoy.
Este es su relato.

Mi bisabuelo, Nwaubani Ogogo Oriaku, fue lo que yo prefiero llamar un hombre de negocios del grupo étnico igbo del sureste de Nigeria. Vendía distintas cosas, incluyendo tabaco y derivados de la palma. También vendía seres humanos. “Tenía agentes que capturaban esclavos de diferentes lugares y se los llevaban…