Piedras, pirámides y piramidiones

Obelisco de la Place de la Concorde (Paris)
Desde Guiza hasta Saqqara, desde Dahsur hasta Meidum; para el faraón Dyeser o para Jafra, para Seneferu o para Amenemhat III. Las pirámides ni las construían esclavos, ni está comprobado que las piedras llegaran a su sempiterna localización mediante rampas, ni todas estaban formadas por grandes bloques de varias toneladas de peso.
En las tumbas de los primeros reyes egipcios se utilizaron adobes o barro, y cuando comenzó a utilizarse la piedra en su construcción los bloques apenas medían 20 cm de altura. A medida que los obreros iban conociendo mejor la técnica en el uso de la piedra se utilizarían bloques cada vez más grandes hasta alcanzar más de tres toneladas, o incluso 60 toneladas como en la tumba de Keops. Al final, tras años de infatigable trabajo de un ejército de trabajadores, se colocaba en la cúspide de las pirámides la última pieza, el piramidión.