El imán de Terrassa, Abdeslam Laarusi, ese salafista radical.
CARTAS DESDE EL INFIERNO
POR: Javier Montilla
Periodista y escritor
El imán de Terrassa, Abdeslam Laarusi, ese salafista radical
Querido Abdeslam Laarusi, imán de la mezquita Badr de Terrassa,
Hay que ver lo rápido que estás aplicando mis enseñanzas. Te confieso que no creí que fueras capaz de ello. Que al final la hoja de ruta establecida te iba a venir grande. Pero ya veo que me he equivocado. Tienes el cerebro tan carcomido por el odio y por una ideología perversa y fanática a partes iguales, que a veces tengo mis dudas de que no seas un competidor muy peligroso. Y eso me asusta. Porque ya sabes lo de la teoría del principio dePeter. Sí. Me refiero a eso de eliminar a aquellos que le hacen sombra a uno. Pero cuando veo cómo estás actuando, me doy cuenta de que eres un verdadero infiltrado del infierno en la tierra.
Te confieso que, aunque tengo mucho trabajo, ando estos días releyendo uno de esos libros que detesto, pero que marcaron un antes y un después en la lucha contra el totalitarismo. Eso que tanto nos gusta a nosotros. Me refiero a ‘El choque de civilizaciones’ del politólogo estadounidenseSamuel Huntington. No sabes cómo me alegra que el libro provocara una ola furibunda de críticas entre cierta intelectualidad de la izquierda. Todo porque Huntington creía que la fuente fundamental de conflicto en el mundo no sería ideológica o económica, sino que las grandes divisiones entre la humanidad y la fuente de conflicto dominante serían culturales. Menos mal que ya se murió y encima algunos continúan empeñados en tildarle de soberbio y racista. La progresía nunca sabrá lo que trabaja para nuestra causa.
Por eso, a pesar de las dificultades, tienes que estar absolutamente satisfecho por haber convencido a la clase política catalana de que eras unemisario de la paz, como pensaba ese antiguo alcalde de Terrassa. ¿Sabes que ahora es el nuevo líder del Partido Socialista de Cataluña? No aprenden. Creían que eras la viva imagen de la espiritualidad y de la tolerancia y no se han dado cuenta de que, en realidad, el mal tiene diferentes disfraces. Aún no se han enterado lo que significa el salafismo radical. Confío en tu optimismo antropológico para que, con ese sigilo que nos caracteriza, nos introduzcamos en las sociedades occidentales y las destruyamos desde dentro. Nos lo están poniendo muy fácil. ¿Sabes que ya hemos conseguido que en el colegio President Salvans del barrio de Can Palet en Terrassa algunos niños impidan que otros ingieran su merienda si los bocadillos contienen jamón?
No me extraña nada. Sólo hay que ver la última visita del primer ministro de Marruecos en Cataluña, en la que tú fuiste una de las personas invitadas como representatividad social, para darte cuenta que estamos ganando la batalla. Ya te dije en su día que poner una vela a Alá y otra al diablo, iba a dar sus frutos. Es cierto, que no estuviste sólo y que el complaciente presidente del Consell Islàmic de Catalunya,Lahcen Sau, dirigente de uno de los movimientos islamistas más radicales del mundo, Jamaat Tabligh, también estaba allí. El mal no descansa, ya lo sabes. ¿Es que no se informaron de que eras secretario del Consejo? Lo de estos occidentales no tiene nombre, les declaráis la guerra y os riegan con dinero público.
Pero, querido imán, no podemos confiarnos. Ten mucho cuidado. Ya sabes que la policía autonómica catalana, los Mossos d’Esquadra, han sacado a la luz unas grabaciones en las que te jactabas de decir que las leyes de Cataluña son contrarias al islam. O que los hombres están un grado por encima de las mujeres y tienen que enseñar a sus esposas las obligaciones y deberes que han de cumplir, entre los cuales está obedecer a su marido. ¡Qué maravilla! Tengo mucho que aprender de ti, te lo aseguro. Sobre todo, cuando dices aquello de que lo peor es que las mujeres tengan un trabajo fuera de casa y se independicen económicamente. ¡Cuánta razón tienes! Seguro que compartes la opinión de que eso provoca que los niños se queden sin educación y que haya una ruptura con sus maridos ya que estos se ven obligados a hacer las labores domésticas, como cocinar o lavar la ropa. Y eso, querido imán, no lo podemos consentir. Ya está bien de que algunos se empeñen en convertir a los países musulmanes en paraísos delibertad. Ya está bien de que algunos se emperren en llevar lademocracia a las dictaduras del Golfo o a Irán. No sabes lo que disfruto cuando ahorcan a los homosexuales. Hay que aplicarles, lasharia, la ley islámica. ¡Qué gran trabajo estáis haciendo en esos países con todas esas mujeres esclavizadas y esas merecidas lapidaciones.
Sois unos grandes servidores.
Sigue así. Porque mientras esos occidentales cometan los mismos errores de siempre; mientras el salafismo sea una realidad y la radicalidad sea impune; mientras se segregue a las mujeres en un apartheid social y se condene a muerte a los impíos, el mal seguirá venciendo. ¡Qué gran alumno he tenido!
Belcebú.
FUENTE: LAVOZLIBRE