¿ES POSIBLE RECHAZAR UN ERE?

 

En los dos últimos años, las siglas ERE han dejado de ser la mera abreviatura de un procedimiento legal denominado Expediente de Regulación de Empleo para convertirse en una expresión de uso coloquial, una práctica habitual y una noticia frecuente. Miles de personas que se dedican a diferentes sectores, con distintos salarios y situaciones personales han visto peligrar sus fuentes de ingresos y se han preguntado qué se puede hacer ante un ERE. La respuesta es simple. Cuando los trabajadores no están de acuerdo con las condiciones del ERE pueden impugnarlo por la vía administrativa o laboral. Esta última se resuelve en unos meses, aunque no siempre es posible demostrar que el despido es improcedente o nulo.

Impugnación administrativa o laboral

Un ERE es un procedimiento administrativo, amparado por la legislación, al que recurren de modo habitual las empresas en crisis. Mediante este trámite, se solicita permiso a la autoridad laboral para suspender o extinguir de manera definitiva las relaciones laborales entre una empresa y sus empleados, pero se intenta garantizar los derechos de estos últimos.
Cuando los trabajadores no están de acuerdo con las condiciones del ERE, tienen recursos para oponerse. Se pueden seguir dos vías, en función de que se discuta el ERE en sí mismo o el caso de unos trabajadores concretos:

  • Administrativa, en contra del expediente. Se cuestiona la pertinencia de ese recurso por considerar que hay otras alternativas menos perniciosas para resolver la situación. El principal inconveniente de esta vía es su tardanza. Impugnar un Expediente de Regulación de Empleo puede tardar entre tres y cuatro años hasta que se dicta una sentencia en firme y, mientras tanto, quienes están afectados por el ERE se mantendrán así durante todo el proceso de impugnación.
  • Laboral, cuando se considera que el despido es improcedente o nulo. Esta vía es más ágil, ya que se resuelve en cuestión de meses. Sin embargo, no siempre hay un despido improcedente o una actuación de mala fe por parte de la empresa que justifique seguir este camino. Cuando hay motivo para ello, no obstante, no siempre es posible demostrarlo. La mayoría de los ERE cuentan con el acuerdo de los trabajadores y sólo se revocan cuando hay un abuso manifiesto por parte de la empresa.

Si la empresa vulneró derechos fundamentales, deberá readmitir al trabajador y pagarle los salarios pendientes desde su despido

Cuando se redacta un ERE, se establecen en el documento unas preferencias y condiciones que se deben cumplir. Si la empresa no actúa conforme a lo pactado, o hay una sospecha de discriminación de algún tipo hacia un sector de la plantilla, el trabajador puede presentarse ante el juzgado de lo social y abrir una causa. Esto ocurre cuando todas las personas afectadas por el ERE son mujeres o trabajadores mayores. Si se demuestra que hubo una vulneración de los derechos fundamentales, o discriminación de algún tipo, la empresa tendrá que readmitir al trabajador y pagarle todos los salarios pendientes desde su despido. El empleado, por su parte, puede pedir una indemnización, aunque el monto no está tasado de antemano, de modo que el juez tiene libertad para decidir si procede o no, y cuál será la cuantía.

Periodo de consultas y acuerdos

Cuando la empresa consigue la aprobación administrativa, las posibilidades de negociación se reducen de modo notable

Quien no lo sabe, lo intuye. La puesta en marcha de expedientes de regulación de empleo se ha disparado en 2009. Como muestra, un par de datos: sólo entre enero y noviembre se autorizaron 17.524 que han afectado a 486.693 trabajadores. Esto significa que la cantidad de expedientes aumentó casi cuatro veces con respecto al mismo periodo de 2008 y que los trabajadores afectados se multiplicaron por cinco. A la espera de los datos definitivos, lo cierto es que, en pocos meses, casi medio millón de personas se han enfrentado a este proceso de regulación, que deriva en la suspensión de la actividad laboral o en la pérdida definitiva del empleo. Esta cifra sólo responde a los ERE que han prosperado. Para hacerse una idea global de la magnitud del asunto, es necesario sumar los 619 ERE que no se autorizaron y los 609 en los que se desistió de la gestión. Estos dos grupos hubieran afectado a 13.225 y 18.802 trabajadores, respectivamente.
Cuando la empresa solicita un ERE a la Administración y plantea esta realidad a sus empleados, se abre un periodo de consultas que es obligatorio y que se celebra entre los empresarios, los trabajadores y los representantes legales de ambos.

  • Es un plazo para brindar información en el que se exponen las medidas que se quieren tomar, qué modificaciones habrá y cuáles serán las condiciones. Este periodo dura entre 15 días y un mes, aunque en ocasiones puede extenderse. La consigna es exponer los intereses y las preocupaciones de las dos partes e intentar llegar a un acuerdo para que el expediente prospere. En la mayoría de los casos (alrededor de 90%), este objetivo se logra.
  • Si no se llega a un acuerdo en ese plazo, el siguiente paso consiste es levantar un acta que recoja la disconformidad de los trabajadores y presentarla ante la autoridad laboral que corresponda. Pero oponerse a las condiciones que plantea la empresa, redactar este documento e, incluso, presentarlo, no significa que se vaya a detener el proceso. A pesar de todo, el ERE se puede aprobar. Aunque las empresas saben que si no cuentan con el beneplácito de los trabajadores lo tendrán más complicado, si se demuestra la necesidad de un ERE (por pérdidas económicas, entre otras causas), seguirá adelante. En estos casos es casi seguro que las autoridades laborales aprueben el expediente, sobre todo, si la empresa ofreció incentivos a sus trabajadores en la etapa inicial de la negociación. La compañía puede poner a disposición de los empleados lo mínimo exigido por ley o esforzarse por brindar otras compensaciones y mejoras. Lo lógico es se negocie cuando hay oportunidad (al principio), sobre todo, cuando la empresa tiene una causa sólida.
  • Es fundamental adoptar las medidas necesarias a tiempo y negociar en ese momento, puesto que la empresa está obligada a brindar toda la información mercantil y económica a sus trabajadores. No obstante, ante una iniciativa de ERE, conviene consultar con un abogado, que orientará a los empleados afectados, aclarará la situación e indicará las posibilidades desde el punto de vista legal. Una vez que la empresa consigue la aprobación administrativa, las posibilidades de negociación se reducen de modo notable.

Sólo en determinadas circunstancias

La idea de base es que un ERE debe suponer el menor de los males posibles, es decir, ha de evitar perjuicios más serios. Esto explica que sólo pueda iniciarse en determinadas circunstancias especificadas por ley, como en caso de problemas económicos graves o si se extingue la personalidad jurídica del contratante.
Hay tres tipos de expedientes:

  • Solicitan autorización para reducir la jornada.
  • Piden suspender temporalmente la relación laboral.
  • Buscan terminar esta relación de manera definitiva.

En 2009, casi siete de cada diez gestiones se centraron en la suspensión, mientras que un 11% abogaba por la reducción de jornada y un 21%, por el despido colectivo. Las cifras sugieren que la destrucción de empleo a través de los ERE es muy reducida. No obstante, en sectores con un mayor nivel de estabilidad laboral hay más expedientes de suspensión temporal, que terminan por convertirse en expedientes de extinción y destruyen el empleo estable. De ahí que el procedimiento esté sujeto a revisión administrativa.

Aunque la Administración dé el visto bueno a la petición de la empresa, la acción no siempre se concreta

No deja de ser un despido colectivo ni de afectar a un número importante de personas. Por ello, es necesario consultar a la autoridad competente, que puede ser un gobierno autonómico o el Ministerio de Trabajo, si bien la aprobación del ERE no extingue ningún contrato laboral. Aunque la Administración dé el visto bueno a la petición de la empresa, esto no significa que la acción deba concretarse. Ninguno de los 609 expedientes del pasado año supusieron la suspensión o el despido de los empleados.

Algunos datos de interés

1.Casi el 80% de las personas afectadas por un ERE trabajan en empresas industriales. Con un 17% y un 3%, el sector servicios y el de la construcción son los otros dos ámbitos donde más expedientes se solicitaron durante 2009.
2.Ocho de cada diez ERE afectan a los hombres y sólo el 20% a las mujeres. No obstante, estas cifras se invierten en expedientes de extinción de contrato.
3.Según el Estatuto de los Trabajadores, un despido colectivo extingue los contratos de trabajo de la totalidad de la plantilla de la empresa, siempre que haya más de cinco empleados afectados. También se entienden como despido colectivo los casos en que se procede a la reducción de la plantilla en diez trabajadores (cuando sean menos de 100), en un 10% (si hay entre 100 y 300 empleados) o en 30 trabajadores (para plantillas superiores a 300 personas).

~ por ramrock en mayo 22, 2010.

Una respuesta to “¿ES POSIBLE RECHAZAR UN ERE?”

  1. […] Autor:sociedad « WordPress.com Tag Feed […]

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

 
Remarcado liberal

Una sociedad que priorice la libertad por sobre la igualdad obtendrá un alto grado de ambas; Milton Friedman

El mundo que hemos perdido

Historia | Cultura | Sociedad | Religión

mpr21

La web más censurada por Google y Twitter

Informatepy

La verdad, siempre!

Amazing Life

Site about Amazing Life

NoFakeNews.net

Your Source for Alternative News and Opinions

The World We Live In

Please do your own research. The information I share is only a catalyst to expanding ones confined consciousness. I have NO desire for anyone to blindly believe or agree with what I share. Seek the truth for yourself and put your own puzzle together that has been presented to you. I'm not here to teach, preach or lead, but rather assist in awakening the consciousness of the collective from its temporary dormancy.

THE DC PATRIOT

REAL NEWS IN REAL TIME

Albigensia Press

The Author Home of Marcus Johnston

Escribir sobre la punta de la i

Pequeños relatos para grandes historias

Es war einmal...

"Los dogmas del quieto pasado no concuerdan con el tumultuoso presente." (Abraham Lincoln)

saania2806.wordpress.com/

Philosophy is all about being curious, asking basic questions. And it can be fun!

Conservative Media Censors

All Media Censors, and it isn't right!

Take It Easy

Retired, not expired: words from the after(work)life. And music. Lots of music!

Las palabras de Javier

De momento un saco de cemento.

John Aranda

Blog de literatura, música, poesía y filosofía.

Banter Republic

It's just banter

El arte de pensar

Jessica Hernández

EL ARTCA

Poesía Microrrelatos Arte

Alejandro A. Tagliavini

"Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones. ", J.L. Borges

LA POLÉMICA

Conflicto internacional

Meanderings

Unusual Videos and Video/Music Compilations

El Poemarium

Poemas, relatos eróticos y otras reflexiones

El Blog de Miguel

Actualidad, política, historia

BRAINCHILD

gehadsjourney.wordpress.com

Frasecillas

Pequeñas dosis a base de concentrado de palabra. Frases, poesía, microcuentos y otros escritos.

Hombres, género y debate crítico

La otra perspectiva de género

|छाप|

Trail of Thoughts

News from Ibonoco

Moments de vie, fragments de textes et quelques notes...

El lobo en la encrucijada

Relatos de fantasía y ciencia ficción variados.

VOZ IBÉRICA (Sin Censuras)

La única plataforma ibero-americana sin censura .

Flor de letras

Ejercicios de escritura

Situaciones Difíciles y Conflictivas

Las trampas del poder son infinitas y las mentiras más aún. La gente debe pensar por su cuenta, no a contarle la verdad, sino que desconfíe de todas las verdades publicadas.

A %d blogueros les gusta esto: